La eficiencia energética en las escuelas, colegios e institutos ofrece a los estudiantes una mayor calidad de vida y mejores entornos de aprendizaje. Al mismo tiempo, permite ahorrar energía en las escuelas; lo que supone facturas energéticas más bajas y menos emisiones de carbono.
Por todo ello, no es de extrañar que el acuerdo político sobre la revisión de Directiva de Eficiencia Energética (DEE), alcanzado en Bruselas en marzo de 2023 incluye una disposición especial para que el sector público lidere la generación de nuevos ahorros energéticos con un objetivo específico interanual. Además, los estados miembros deberán renovar anualmente al menos el 3% del entorno construido propiedad de organismos públicos.
Al que podría tener un enorme impacto en las escuelas y colegias de todo el continente europeo. Porque, aunque en la Unión Europea hay casi tantos jóvenes estudiando como adultos trabajando, las aulas aún no han recibido la misma atención o inversión que las oficinas profesionales.
Como consecuencia, las escuelas suelen estar mal iluminadas, no contar con una temperatura adecuada y ser muy ineficientes desde el punto de vista energético. Factores todos que además de tener consecuencias negativas en el aprendizaje, también originan problemas de salud.
La escuela de Miguelturra, ejemplo de eficiencia energética
En el corazón de Ciudad Real, la escuela de Miguelturra se enfrentaba a un desafío especialmente relevante en un contexto en el que las temperaturas no paran de subir: el exceso de calor en su hall de entrada estaba invirtiendo este en un horno cuando los rayos del sol incidían en sus cristaleras frontal y perimetrales. En concreto, las perimetrales daban a un patio exterior que hacía del hall un espacio inhóspito cuando el sol alcanzaba su punto máximo.
Algo que no solo suponía un problema de confort, sino que también generaba un aumento en las emisiones y en la factura energética. Así las cosas, el reto estaba claro: encontrar una solución pasiva que aprovechara la luz natural al máximo, reduciendo el exceso de calor y mejorando la eficiencia energética del edificio.
Profama y su enfoque sostenible
Para paliar esta situación, desde la escuela confiaron en Profama, empresa especializada en servicios de ingeniería con amplia experiencia en el diseño de proyectos, en la ejecución, la legalización, el mantenimiento y la dirección de obras de proyectos en el sector industrial, agroalimentario, edificación singular, institucional, residencial y terciario. Desde la compañía diseñaron un proyecto con el objetivo de proporcionar una solución tan ecológica como sostenible. El enfoque integral con el que la empresa aborda los proyectos, desde la auditoría inicial hasta la dirección de obra y la justificación de la actuación, permitió una visión completa de la obra.
Todo ello mediante la implementación sistemas que requieran un mínimo mantenimiento y que cumplen los máximos estándares de calidad y durabilidad, siempre según la normativa vigente. Y es que la sostenibilidad debe enfocarse en la reducción de emisiones, sí, pero también hay que tener en cuenta el ciclo de vida del proyecto, la facilidad de operación, su mantenimiento y la capacidad de integración con otros sistemas renovables y/o de almacenamiento.
Desde el primer encuentro, quedó claro que la colaboración sería clave. Idemo Motors no solo entendió la problemática, sino que también se involucró activamente en la definición del control y la elección del hardware más idóneo para la singularidad del edificio. Esta colaboración estratégica permitió adaptar la solución a las necesidades específicas de la escuela.
Módulos IDEMAX2 para carril DIN para una gestión inteligente de la luz y la temperatura
De esa manera, el principal desafío era mitigar el exceso de calor de manera pasiva, aprovechando al máximo la luz natural para reducir el consumo de energía y mejorar la eficiencia energética del edificio. Para ello se implementaría un sistema de control de regulación autónoma de las lamas de las cristaleras de Idemo Motors. Este sistema, capaz de ajustar la posición de las lamas según la posición del sol, logró mantener condiciones de temperatura interna aceptables sin recurrir a la iluminación artificial.
Para un proyecto con unas necesidades tan específicas de automatización, las soluciones elegidas fueron los módulos IDEMAX2 para carril DIN, a los que se añadió un módulo adicional de centralización de nuevo desarrollo capaz de conectarse a internet para obtener información real, actualizada y al momento de la posición exacta del sol.
Adicionalmente, también se ajustó el firmware para poder conectar unos sensores de temperatura que permitieran medir la temperatura interna del edificio. Al unir esta información en el nuevo módulo de centralización que se desarrolló, el sistema está en disposición de calcular el ángulo de corte y su incidencia real en las diferentes fachadas del edificio para así posicionar las lamas de las celosías en los grados adecuados para conseguir el objetivo de temperatura adecuada solicitada.
Además, Idemo Motors no solo se centró en la automatización, sino que también consideró aspectos prácticos. Se aseguró de que el sistema permitiera el giro manual de las lamas para facilitar las tareas de limpieza, demostrando su compromiso con la usabilidad y durabilidad a largo plazo. Por su parte, la automatización en tiempo real garantizó un funcionamiento eficiente y autónomo.
Un hall más acogedor y sostenible en el corazón de Ciudad Real
El resultado fue un cambio notable en el espacio. El hall, antes un horno al sol, se transformó en un lugar habitable y acogedor. La solución no solo cumplió con el objetivo principal de reducir el exceso de calor, sino que también mejoró la eficiencia energética del edificio.
Por último, destacar cómo el proyecto no sólo tuvo beneficios tangibles en términos de confort y eficiencia, sino que también generó un impacto positivo en la comunidad. La colaboración con empresas auxiliares y la generación de empleo contribuyeron al desarrollo sostenible de Miguelturra.